Durante el vals después de la boda por la iglesia y por lo civil. Elegimos la canción de Santo & Johnny, "Sleepwalk". Por alguna extraña razón, siempre había deseado bailar esa melodía en mi boda. Que bueno que el sueño se hizo realidad.
Aunque después de nuestro vals pusieron la clásica infernal interminable canción de vals familiar, que por poco me cuesta la vida frente a mi madre, que por cierto, junto a mi padre fueron los primeros en pararse a bailar, todo ese momento estuvo padrísimo. No lo hubiera podido concebir mejor, no, de hecho todo el evento.
Tantas cosas por las cuales nos preocupamos durante la organización, que decides dejar a feliz término con la ayuda del doctor destino, veíamos cómo encajaban perfectamente como enormes piezas de un rompecabezas tridimensional que se volvía tangible ante nuestros ojos. Una boda inolvidable, en todo el sentido de la palabra. Y mucho más para los dos protagonistas, que desde el fondo de mi corazón deseo que sigan bailando este vals cósmico, hasta que el cielo caiga a pedazos sobre todos nosotros.
posted by Kal-El @ 12:48 a.m.
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